sábado, 7 de agosto de 2010

La prueba gráfica de que estuvimos allí.

Hoy hace justo una semana que la aventura acabó para mí; la he pasado haciéndome a la idea de que la gente entiende lo que digo, que yo les entiendo a ellos (y entiendo todos los carteles), y que para dirigirme a la gente tengo que usar el español. (El otro día en el autobús se me escapó un “Sorry”) Además he podido disfrutar del placer de dormir en una cama como dios manda, ponerme ropa limpia y recién planchada, y comer en una mesa suculentos manjares que en nada se parecen a los bocadillos a los que estábamos acostumbrados. Pero aún así la depresión post-Interrail me invade y el mono de subirme a un tren también.

Ahora que ya no estamos de viaje estoy intentando buscar darle sentido a este blog, que no se quede congelado. Aunque obviamente no creo que escribamos con demasiada frecuencia, por lo menos alguna entrada de vez en cuando para hablar de albergues, trenes, anécdotas del viaje, consejos o planificaciones de próximas aventuras (Con o sin billete de Interrail).

Como podréis ver no hemos colgado ni una foto de nuestro viaje y hemos tirado de Google… Aún no tengo todas las fotos del viaje, pero he pensado en colgar alguna en el blog, aunque los que ya habéis estado con alguno de nosotros os habreis artado de ver fotos y de escuchar todas las anécdotas (Es que casi un mes da para mucho).

Ahí van:













































































































































































































Bueno, ¿qué os parece? Aquí teneis un documento gráfico para demostrar que efectivamente SÍ estuvimos de viaje por Europa. En total debemos de tener unas 5000 fotos.
He subido muy pocas y no de todos los sitios, pero es que este blog me vuelve LOCA sobre todo a la hora de subir imágenes. (Se bloquea, llevo un rato escribiendo la entrada y se cuelga la página..) Lo siento además porque las fotos no están colocadas por orden, y los títulos no están puestos en pie de foto.. ha quedado bastante cutre, pero de verdad que este blog ha acabado con mi poca paciencia (llevo para hacer esta mísera entrada casi 1 hora), así que os escribo por orden a que lugar corresponde cada foto:

Puerta de Brandenburgo, Berlín, Alemania.
Comiendo a la orilla del Adriático, Pula, Croacia.
Hosok ter, Budapest, Hungría.
Chubascos en Ljubljana, Eslovenia.
Frente al Stari Most, Mostar, Bosnia i Herzegovina.
Estación de Zagreb, Croacia.
Playa en Pula, Croacia.
Uno de nuestros compartimentos con asientos de skai.
Parlamento de Viena, Austria.
De paseo por los canales, Amsterdam, Holanda.
El santa en París, Francia.
Fuente de las abluciones, Sarajevo, Bosnia i Herzegovina.
Atardecer en Praga, República Checa.




Espero que os gusten las fotos y que os den mucha muuuuuuucha envidia.

;)


martes, 3 de agosto de 2010

Santander, eres novia del maaar

Pues si, ya estoy por tierras norteñas también de vuelta!
Pido disculpas a nuestros lectores por haberos tenido tan abandonados en la recta final del viaje, pero la tienda de campaña de Pula no tenía internet (obvio) y en Venezia hay tanto que hacer que sentarnos al ordenador (pagando una burrada) no era lo que más nos apetecía!
Leo que Marta os ha puesto al día hasta su partida, así que retomaré el relato donde ella lo dejó. El día 1 de agosto, Marta nos abandonó, y para reponernos de la tristeza nos fuimos en Vaporetto (Vaporetta de Polti para mí, "el Vapor" para Fernando) hasta la Plaza de San Marcos. Callejeamos pero todo estaba lleno de hordas de turistas persiguiendo a sus respectivas guías que llevaban sus respectivos paraguas para que se les viese, así que fue un poco agobiante. El calor también apremiaba.
Entre visitar esto y aquello, nos dieron las 4 de la tarde, momento en el cual el agobio veneciano dejo paso a la verdadera Venezia que nos cautivó. Nos fuimos a las islas de San Giorgio Maggiore y de la Giudecca, y la paz que allí se respiraba era inigualable. Luego a Murano al caer la tarde donde no había absolutamente nadie. Volvimos a la isla principal ya de noche y las calles estrechas jalonadas de plazas (o campos, como lo llaman allí) donde sólo se oia el tintineo de los cubiertos y las copas de vino de los que cenaban en las terrazas a la luz de las velas hacían de la ciudad un lugar mágico.
Tanto nos gustó que exprimimos el pase de 24 horas de la vaporetta hasta límites insospechados, y no nos acostamos hasta las 2 de la mañana en nuestro albergue veneciano, que por cierto era de lo mejorcito: nuevo, amplio, limpio, cómodo, en la Giudecca con lo cual era muy tranquilo, y eso sí, con un recepcionista de noches corto como el rabo de una boina.
Ayer, día 2, callejeamos por el Dorsoduro y Santa Croce hasta la estación, y allí Fer y yo nos cogimos un par de trenes y un bus hasta el aeropuerto de Bérgamo, que nos sorprendio pues nos esperabamos un apeadero de mofetas, y no un aeropuerto cómodo y moderno. Mario en cambio vuelve hoy, así que se quedó pasando el día por las calles venecianas, si lee esto desde allí, también le deseo una rica comida de embutido!!! muahahaha. Por cierto, cené huevos fritos con puntilla que era lo que más deseaba hacer desde Budapest.

Intentaremos estos días escribir alguna cosa más del viaje, porque si no este blog se va a quedar muy cojo!!

Saludos a todos y gracias por leernos

domingo, 1 de agosto de 2010

De vuelta

Ya estoy en Madrid, esta tarde a las 15:00 he cogido un avión desde el aeropuerto de Marco Polo (Venezia), que me ha traido hasta casa.
Que rollo.
Aunque ya mis pobres pies pedían un poco de tregua, y también mi estómago amoldado a los bocadillos de atún desmigao y jamón de plástico, bañandolo todo con un postre que creo que no volveré a tomar en mucho tiempo, que es el yogur batido.
Después de escribir aquí, desde Sarajevo, fuimos en tren nocturno a Zagreb, yo no dormí apenas pero Iván, Fer y Mario (Bueno Mario como iba a tener algun problema..) parece que más o menos lo consiguieron, seguro que gracias a mi drogaína.
Llegamos a Zagreb a las 7 de la mañana y yo me sentía tan mal que solamente quería una cama y una ducha, así que decidir olvidar el paseo por Zagreb e ir directamente a Ljubljana a lavarme en pelo y dormir algo. Mario se vino conmigo y Fer e Iván se quedaron visitando la capital croata, que según comentaron después no se merece la mala fama que algunos le dimos desde un principio.
El caso es que llegamos a Ljubljana sobre las 11 y 30 de la mañana y llovía bastante y no tenía mucha pinta de parar, así que mojándonos llegamos al albergue, que no estaba mal, dejamos las mochilas y paseamos bajo la lluvia eslovena... Después, descubrimos que ya no estabamos en esos maravillosos paises bonitos y baratos, sino que ya habiamos entrado en la magnifica union europea y nuestro presupuesto para comer subió bastante, además de que no comimos muy bien ya que compramos una lata de atún que resulto no ser atún solamente. Eso nos pasa por no saber esloveno.
Por la tarde nos juntamos todos, pero debido a la lluvia torrencial no pudimos ver gran cosa y a mi personalmente me dio bastante rabia porque parece una ciudad muy chula, pero con la lluvia y el cansancio no la disfrutamos nada y acabamos cenando a las 8 en un McDonalds y a la cama a las 10.

Al día siguiente a las 5 de la mañana amanecimos para coger un tren a Pula, el pobre Fer perdió sus gafas en Lupoglab, (espero que escriba en el blog sobre como se sintió al perderlas) y aunque el tiempo no acompañaba conseguimos sacarle partido al adriático con un buen baño bajo el cielo nublado con chubascos débiles.


Paseamos por Pula, dormimos en tienda de campaña por 14 € (Muuu caro), aunque estabamos a pie de playa y con desayuno incluido.. No se puede tener todo.

La última mañana que estuvimos en Pula pudimos disfrutar del sol y acabamos todos cual alemanes en Benidorm, Fer e Iván consiguieron quitarse la camiseta de albañil, Mario se puso algo mas negro de lo que ya esta y yo me quemé la cara.

Por cierto, la playa era de piedras y era un poco doloroso tumbarse.

Y por la tarde rumbo a Venezia en nuestro último tren, pasando por Trieste donde observamos como las gaviotas son unas aves muy respetadas en el mundo de los pájaros de puerto, y como se rien cuando consiguen quitarle un trozo de comida a las pobres y desprestigiadas palomas.
Llegados a la bella Venezia nos colamos en un vaporetto, dormimos en una residencia de estudiantes en la que el recepcionista es un inutil de carrito y ya está, esta mañana he cogido el avión y aquí estoy.

La verdad que ha sido un mes fugaz, hemos visto y vivido un montón de cosas y ahora que estoy aquí volvería a coger la mochila y a empezar el viaje otra vez (Una vez que descansen mis pies).
Le recomiendo esta aventura a todo el que se atreva a vivir al límite con las mudas limpias, seguir caminando aun teniendo los pies llenos de rozaduras/ampollas/quemaduras de 3er grado, pero sobre todo al que tenga ganas de disfrutar de un mes increíble. De verdad.

¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Repetimos el año que viene????????????????

Por si lo leeis los que seguis por Venezia, Lupo os manda saludos (que no Lupoglav, Lupoglad, Lupoglab?), yo os mando un chago bago enorme y deciros para daros envidia que ya voy a tener ropa limpia y planchadita, y hoy he cenado en un plato y he usado cuchillo y tenedor... jajaja

Un beso desde el horno Madrileño