domingo, 1 de agosto de 2010

De vuelta

Ya estoy en Madrid, esta tarde a las 15:00 he cogido un avión desde el aeropuerto de Marco Polo (Venezia), que me ha traido hasta casa.
Que rollo.
Aunque ya mis pobres pies pedían un poco de tregua, y también mi estómago amoldado a los bocadillos de atún desmigao y jamón de plástico, bañandolo todo con un postre que creo que no volveré a tomar en mucho tiempo, que es el yogur batido.
Después de escribir aquí, desde Sarajevo, fuimos en tren nocturno a Zagreb, yo no dormí apenas pero Iván, Fer y Mario (Bueno Mario como iba a tener algun problema..) parece que más o menos lo consiguieron, seguro que gracias a mi drogaína.
Llegamos a Zagreb a las 7 de la mañana y yo me sentía tan mal que solamente quería una cama y una ducha, así que decidir olvidar el paseo por Zagreb e ir directamente a Ljubljana a lavarme en pelo y dormir algo. Mario se vino conmigo y Fer e Iván se quedaron visitando la capital croata, que según comentaron después no se merece la mala fama que algunos le dimos desde un principio.
El caso es que llegamos a Ljubljana sobre las 11 y 30 de la mañana y llovía bastante y no tenía mucha pinta de parar, así que mojándonos llegamos al albergue, que no estaba mal, dejamos las mochilas y paseamos bajo la lluvia eslovena... Después, descubrimos que ya no estabamos en esos maravillosos paises bonitos y baratos, sino que ya habiamos entrado en la magnifica union europea y nuestro presupuesto para comer subió bastante, además de que no comimos muy bien ya que compramos una lata de atún que resulto no ser atún solamente. Eso nos pasa por no saber esloveno.
Por la tarde nos juntamos todos, pero debido a la lluvia torrencial no pudimos ver gran cosa y a mi personalmente me dio bastante rabia porque parece una ciudad muy chula, pero con la lluvia y el cansancio no la disfrutamos nada y acabamos cenando a las 8 en un McDonalds y a la cama a las 10.

Al día siguiente a las 5 de la mañana amanecimos para coger un tren a Pula, el pobre Fer perdió sus gafas en Lupoglab, (espero que escriba en el blog sobre como se sintió al perderlas) y aunque el tiempo no acompañaba conseguimos sacarle partido al adriático con un buen baño bajo el cielo nublado con chubascos débiles.


Paseamos por Pula, dormimos en tienda de campaña por 14 € (Muuu caro), aunque estabamos a pie de playa y con desayuno incluido.. No se puede tener todo.

La última mañana que estuvimos en Pula pudimos disfrutar del sol y acabamos todos cual alemanes en Benidorm, Fer e Iván consiguieron quitarse la camiseta de albañil, Mario se puso algo mas negro de lo que ya esta y yo me quemé la cara.

Por cierto, la playa era de piedras y era un poco doloroso tumbarse.

Y por la tarde rumbo a Venezia en nuestro último tren, pasando por Trieste donde observamos como las gaviotas son unas aves muy respetadas en el mundo de los pájaros de puerto, y como se rien cuando consiguen quitarle un trozo de comida a las pobres y desprestigiadas palomas.
Llegados a la bella Venezia nos colamos en un vaporetto, dormimos en una residencia de estudiantes en la que el recepcionista es un inutil de carrito y ya está, esta mañana he cogido el avión y aquí estoy.

La verdad que ha sido un mes fugaz, hemos visto y vivido un montón de cosas y ahora que estoy aquí volvería a coger la mochila y a empezar el viaje otra vez (Una vez que descansen mis pies).
Le recomiendo esta aventura a todo el que se atreva a vivir al límite con las mudas limpias, seguir caminando aun teniendo los pies llenos de rozaduras/ampollas/quemaduras de 3er grado, pero sobre todo al que tenga ganas de disfrutar de un mes increíble. De verdad.

¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿Repetimos el año que viene????????????????

Por si lo leeis los que seguis por Venezia, Lupo os manda saludos (que no Lupoglav, Lupoglad, Lupoglab?), yo os mando un chago bago enorme y deciros para daros envidia que ya voy a tener ropa limpia y planchadita, y hoy he cenado en un plato y he usado cuchillo y tenedor... jajaja

Un beso desde el horno Madrileño

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