Hoy hace justo una semana que la aventura acabó para mí; la he pasado haciéndome a la idea de que la gente entiende lo que digo, que yo les entiendo a ellos (y entiendo todos los carteles), y que para dirigirme a la gente tengo que usar el español. (El otro día en el autobús se me escapó un “Sorry”) Además he podido disfrutar del placer de dormir en una cama como dios manda, ponerme ropa limpia y recién planchada, y comer en una mesa suculentos manjares que en nada se parecen a los bocadillos a los que estábamos acostumbrados. Pero aún así la depresión post-Interrail me invade y el mono de subirme a un tren también.
Ahora que ya no estamos de viaje estoy intentando buscar darle sentido a este blog, que no se quede congelado. Aunque obviamente no creo que escribamos con demasiada frecuencia, por lo menos alguna entrada de vez en cuando para hablar de albergues, trenes, anécdotas del viaje, consejos o planificaciones de próximas aventuras (Con o sin billete de Interrail).
Como podréis ver no hemos colgado ni una foto de nuestro viaje y hemos tirado de Google… Aún no tengo todas las fotos del viaje, pero he pensado en colgar alguna en el blog, aunque los que ya habéis estado con alguno de nosotros os habreis artado de ver fotos y de escuchar todas las anécdotas (Es que casi un mes da para mucho).
pues sí, me dan mucha muuuucha envidia... pero ya te daré yo envidia a ti cuando vuelva de Vietnam, jajajaja!!
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