viernes, 16 de julio de 2010

Cronicas desde PURR PURR

Estoy sentada en uno de los 2 ordenadores del albergue que hemos reservado aqui en Praga, se llama Pur pur.. Hace mucho calor y podriamos decir que la decoracion del local no es demasiado nuestro estilo. Sofas color fucsia, luces rojas y cortinas rojas tambien, que dan a la recepcion del albergue un aspecto un tanto curioso, por asi decirlo.


No es Amsterdam, es nuestro Albergue de Praga

Por lo menos tenemos internet GRATISSS..
A mi lado tengo a Ivan y a Roberto, que se nos unio ayer a la aventura, muriendose ambos de sinfonier, vamos, de calorazo, porque encima en Praga hay bastante humedad.

No se ni por donde empezar a contar, porque llevamos bastante tiempo sin escribir (disculpas a aquellos que os meteis de vez en cuando y veis siempre la misma entrada), no paramos ni un momento, salvo cuando nos fallan las fuerzas y nos tenemos que sentar, obligados por supuesto, a tomar algo en alguna terraza, y donde mejor que una buena cerveza en berlin.. o una buena cerveza, y ademas barata, en praga

.


Creo que Ivan, sentado a mi derecha, esta contando nuestras peripecias por Amsterdam y Berlin, asi que os voy a deleitar con nuestro viaje y llegada a la ciudad de Praga.

El ultimo dia en Berlin ya habiamos visto mas o menos gran parte de la ciudad y decidimos dedicarlo (solo teniamos una manana, cogiamos el tren sobre las 16:30) a hacer una visita a alguno de los famosos museos que hay en la ciudad.
Nos levantamos sobre las 9 y 30, llenamos nuestra mochila (a la que yo por lo menos ya he cogido carino, tanto ir y venir con ella en la espalda a modo tortuga/ninja) y la dejamos en una sala de nuestro albergue berlines donde habia taquillas para poder olvidarnos de la mochila toda la manana.
Despues de desayunar el .. suculento? desayuno buffet (3,50 euros) del albergue, nos dirigimos en dos grupos, bueno, en un grupo y Fer, a dos museos muy conocidos de la capital alemana.
Fer paso la manana en Pergamo, un museo que apuesto seria bastante mas interesante (y por cierto barato) que al que nos dirigimos el resto del equipo tena lady (Mario, Ivan, Pra y yo).
Fuimos la museo "Check point Charlie", dedicado a la historia del muro de Berlin que prometia bastante, a mi personalmente no me desagrado tanto como a Ivan, que salio indignado cual tortuga humillada por haber pagado 9,50 euros por ver el trastero de un senor que se dedico a coleccionar fotocopias de libros y chanclas de Gandhi (Ultima frase salida de su propia boca).



Nos encontramos un rato despues con Fer para comer (Bocadillo, otra vez) en la terracita de nuestro albergue berlines, y nos disponiamos a salir direccion a la estacion de tren cuando Ivan olvida la clave de su candado, o su candado olvida como abrirse, asi que demostrando que la seguridad de ese candado era inexistente, Fer e Ivan lo rompen. Moraleja del viaje, lo barato sale caro.

Despues del sobresalto hicimos uso del economico metro berlines, como buenos espanoles nos hicimos los suecos y pasamos los tornos invisibles sin pagar, aunque creo que con el magico billete de Interrail no hacia falta.
Llegamos a la estacion antes de lo previsto, no sea que no haya tren, o que lo cancelen, o que el tren se vaya sin nosotros, o que no haya asiento, o que el tren no exista, que a estas alturas ya estamos preparados para todo tipo de imprevisto. Pasamos el rato esperando que esta vez por favor no falle nada y no acabemos en un ~pueblo fronterizo que huele a cabra~ (Leer entrada anterior). Y si, esta vez tenemos suerte y aparece, y ademas tenemos un compartimento de 6 para los 5, y hay aire acondicionado y no tenemos que hacer transbordo, asi que pasamos las 5 horas de viaje hablando, escribiendo en la moleskine, escuchando musica, leyendo, durmiendo o hablando de tonterias como el muesli en canalillo, la bruja samirami o la senora que le gusta porque es rubita, y sin darnos cuenta ya estamos en Praga.


A ella le gusta verse bonita. A nosotros tambien

Nos encontramos con Roberto que nos esperaba en el Burger de la estacion hacia un par de horas, y tambien nos encontramos con un idioma rarisimo e inentendible (el diablo seguro que habla checo) y un cambio en monedas aun dificil para nuestro judio ivan.
Antes de la salir de la estacion fuimos a comprar los suplementos para el tren nocturno hacia Cracovia, tarea algo dificil intentando comunicarnos con una mujer checa con poca habilidad para el ingles y al pobre ivan cansado de llevar las cuentas y mareado con el cambio a coronas checas, lo cual le hizo sudar (como cuando paga con la tarjeta o ve el precio al que asciende la comanda) y ponerse tenso y rojo hasta que consiguio plazas en un compartimento de camas para 3 y tambien butacas para los otros 3 pobres que no podemos permitirnos el lujo de una cama al lado de un senor en camiseta de tirantes fumando cigarrillos.



Salimos de la estacion cruzando una carretera por una especie de arcen que parecia una acera de gatos, y mi primera impresion de la ciudad es olor a corral de pollos y mucha humedad.
Teniamos mucha hambre asi que queriamos encontrar el albergue cuanto antes, dimos un ameno paseo por la ciudad con la mochila de 12 kg a cuestas y a medida que nos ibamos acercando en el mapa al albergue las luces de las calles iban haciendose cada vez mas tenues. No obstante, no nos costo localizar el hostal: las inconfundibles luces rojas de casa de meretrices nos cegaron nada mas doblar la esquina.
Unas pechugonas praguenses nos dieron la bienvenida al albergue en el que ahora mismo me encuentro, con esos sofas fucsias y esas luces rojas con tan poca clase y que tanto recuerdan a otra clase de establecimientos mas propios de carreteras nacionales.

Subimos a nuestra habitacion a pie porque el ascensor consistia en un ataud sovietico que se hundia nada mas pisarlo, y nada mas entrar a la habitacion la fiesta extremena nos inundo.
((Inciso>
La habitacion del albergue es una especie de piso con 2 habitaciones (en cada habitacion 6 camas) que comparten cocina y bano<> la toalla GRATIS es lo suficientemente grande como para dejar una hermosa raja que no deja nada a la imaginacion, pero por lo menos exfolia y no resbala el agua como la super toalla de decathlon que estoy segura que vamos a acabar abandonando en alguna estacion de tren.

3 comentarios:

  1. Bueno chicos, menos mal que tenéis a Iván para defenderos con el idioma, porque cuando fuimos, aprendimos nuestras primeras palabras checas (prystina stsaka y esas cosas) no dejeis que os timen con el cambio (en este "timen" incluyo a ivan, de quien yo no me fiaba habiendo dinero de por medio ;)) y pasaroslo muy bien por las tierras checas. Un besote.
    Eli.
    P.D.: Por cierto, Iván, cuando vueltas tendremos una seria charla de tu forma de escoger los albergues, influenciada por cierto antro de perdicion que tu y yo ya sabemos. Preparate para una reprimenda de las mías. Un beso.

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  2. Por cierto, ¿qué te dije de la toalla de Decatlon tan magnifica, Ivan? ¿Por qué no te fiaras nunca de tu hermana? :D Un beso.
    Eli.

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  3. Ratas, sois unos ratas. Este blog está muerto. ¿Os han robado o qué? ¿Por dónde andáis septimoplanteros?

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